viernes, 23 de mayo de 2008

Gunter Kunkel en La Graciosa

En los años setenta del pasado siglo, visitó nuestra isla de la Graciosa el prestigioso biólogo alemán Gunter Kunkel quien, junto a su esposa Mary Anne pasó largas temporadas en el archipiélago canario, habiendo fundado Ascan, la Asociación Canaria para la defensa de la Naturaleza.

En su obra, Monografíae Biologicae Canariensis, nº 2 recoge las distintas especies vegetales de la isla de La Graciosa y de los islotes.

En La Graciosa, el autor fue colmado de atenciones por
don Jorge Toledo, Alcalde Pedaneo de la isla, y sus amigos
Patrick Shiel, el “Don Patricio” de los isleños, y su esposa, pareja muy hospitalaria y recién establecida, de la que hablaremos en otro capítulo.

Es de señalar que Jorge Toledo es el personaje de Roque en la novela de Aldecoa, escritor del que hablaremos largo y tendido.

Recoge Kunkel en su monografía, entre otros, lo siguiente:

"Al Norte de Lanzarote y separada de esta isla por El Río (un estrecho marítimo de poca profundidad y altura) se encuentra una pequeña isla:La Graciosa. Habitada por unos 1000 seres humanos, más dos dromedarios, cinco asnos, más perros y 200 cabras..."

Hace una serie de recomendaciones, tales como:

“Todas las montañas se deben considerar como santuarios
naturales, tanto desde el punto de vista botánico como para las
aves ya escasas. También se propone conservar el litoral inmediato. La Isla de La Graciosa, como la isleta de Lobos, tiene un
valor extraordinario, especialmente ahora que las formaciones naturales
aún no han sido destruídas como ha sucedido en las demás
islas del archipiélago. En La Graciosa, las partes más importantes
comprenden los complejos siguientes:

a) La Montaña de las Agujas (todo el complejo, incluyendo
el Morro del Asparragal, o de Esparragueras), por su flora sumamente
interesante pero en peligro (pastoreo), y como santuario
de aves, y

b) La zona entre la Montaña Bermeja y la Punta Gorda
(norte de la isla), por sus formación, sus litorales, casi intactas todavía.
En ambas partes, además, hemos encontrado algunas especies
muy raras...”

Y añade:

"En cuanto a las demás isletas de esta región es de esperar que
los propietarios (particulares!) mismos reconocerán pronto el valor
natural de sus tesoros y que tratarán de conservar sus propiedades
lo máximo posible, antes que se planifique un futuro desarrollo
(modificaciones) y antes que los animales domésticos introducidos
(cabras) puedan terminar con su selección descriminativa de la
vegetación natural de las islas. Un futuro no lejano agradecerá
cualquier paso en cuanto a la conservación de estos verdaderos
tesoros naturales.

1 comentario:

la bissnesgüoman dijo...

Nena, que bonito lo que pones.... eres una escritora de primera. Besos desde London (ya tengo la papaya y la lectina)